El alcalde, Eduardo Vicente Villalba (PSOE), confirmó que este jueves los cinco concejales de la Corporación Municipal votaron a favor de la candidatura de Congosto durante la celebración de un pleno municipal.
Con los tres votos a favor de los ediles del PP y dos del PSOE, incluido el del alcalde, que conforman la Corporación, los representantes de los vecinos han decidido por unanimidad que "el cementerio nuclear puede ser una alternativa de futuro para este pueblo", afirmó el alcalde.
Congosto de Valdavia es un municipio en el que los últimos 14 años han nacido tres niños y que vive de la agricultura de secano porque ya no queda ni ganadería, lamentó el alcalde. En cuanto a la seguridad de las instalaciones de este tipo de almacén, los vecinos de Congosto confían en el criterio de expertos y científicos.
El frío de enero hiela las calles de Congosto de Valdavia. No en vano, desde la localidad se vislumbran en la lejanía las cumbres de la Montaña Palentina, si el día no está oscuro y nublado, al contrario que ayer.
Los vecinos caminan absortos en sus quehaceres cotidianos y disfrutan del sábado, ajenos en su mayoría a la polémica que se vive fuera de los límites locales desde que el pasado viernes se conoció que la corporación municipal, que dirige el alcalde, Eduardo Vicente Villaba, que en las últimas elecciones se presentó por el PSOE, antes por el PP y antes como independiente, ha decidido por unanimidad solicitar el polémico almacén temporal de residuos procedentes de las centrales nucleares. El alcalde vive en Valladolid, aunque semanalmente acude a Congosto a despachar asuntos municipales. Ayer no se le esperaba. Algunos concejales también aprovecharon la jornada de ayer para cazar en otros pueblos.
La decisión municipal ha cogido a muchos vecinos por sorpresa. Algunos confiesan abiertamente que se han enterado de la decisión plenaria por los medios de comunicación. «Por la tele y por los periódicos», argumentan. «Me enteré de milagro de que el jueves había pleno, pero cuando llegué al Ayuntamiento me encontré con la puerta cerrada», asegura indignado Vicente Tijero, que aunque se abstiene de dar un sí o un no al almacén nuclear, considera que «para el pueblo vendría mejor una fábrica, no un almacén de residuos tóxicos».
Tras los primeros comentarios, el debate se va animando en plena calle. Una profesora nacida en Congosto, aunque residente en Palencia, que no quiere dar su nombre, pasa por la plaza y también y se une al grupo de tertulianos. «La energía nuclear es necesaria, aunque nadie quiere tenerla cerca. No hay que ver sólo las ventajas -en este caso subvenciones millonarias y puestos de trabajo-, también hay que contemplar los inconvenientes y ésto lo tienen que decir las personas que entienden, y todavía no he oído a ninguno», se lamenta. «Aunque la gente piense que va a trabajar aquí, los puestos son para personas cualificadas, y no creo que en Congosto haya muchos técnicos nucleares», remata.
Tambien los hay optimistas, como David González, Arturo Vicente y Pablo Lazcano. Son jóvenes y quieren que Congosto tenga el almacén nuclear que se disputan casi una docena de pueblos de todo el país. «Que se haga aquí, pero sólo si se está completamente seguro de que nunca va a suceder nada, ni en Congosto, ni en los pueblos de alrededor», advierte el trío.
Los mayores también se lanzan a opinar. Elías Calvo, de 84 años, recuerda que cuando llegó a Congosto, la localidad contaba con 900 habitantes. Hoy tiene 201. «Sólo mi calle tenía más habitantes que todo el pueblo ahora. Si la mayoría está a favor del almacén, no seré yo quien se ponga en contra», argumenta.
Todo lo contario que David Fernández, residente en Valladolid, que se lamenta de que ha pedido unas tierras y no se las han dado. Si ponen el almacen nuclear, no vendré. Me quedaré en Valladolid», exclama. Puri Roldán, otra vecina, se muestra a favor, «aunque me hubiera gustado que el Ayuntamiento lo hubiera consultado con el pueblo», añade.
Una postura similar a la de Julián Campillo, que pone como ejemplo la Térmica de Velilla. «Salen más perjudicados los pueblos que están alrededor que los que están debajo de la chimenea», indica.
Todo lo contrario opinan José Antonio Revilla y Emilio Ramos, que da un no rotundo al almacén. «No va a ser la panacea para Congosto. No sabemos de qué va el tema, pero todo el mundo opina», dice Revilla. «Sólo somos vecinos para pagar impuestos, porque cuando hay que tomar una decisión nadie cuenta con el pueblo», reprocha Ramos.
En la pedanía de Villanueva de Abajo vive Felícisimo Baños,concejal del PP, que al igual que el resto de la corporación apuesta por el almacén. «El alcalde me llamó, me dijo que había pleno, que era importante. Eduardo nos dijo que no supone ningún riesgo y que los beneficios son buenos. Que llegaría mucho dinero al pueblo. Como la reunión era tan improvisada, la hicimos a puerta cerrada, aunque yo dije que debería consultarse al pueblo. Pero no se podía, debido a que quedaba poco tiempo», asegura.
Cerca de Congosto se vislumbra un extenso páramo, que en una jornada de enero como la de ayer parece más árido que nunca. Algunos vecinos miran la tierra y ya ven a lo lejos un gran almacén...
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